Soy un brote recién nacido dentro de un árbol moribundo,
alumbrado y nutrido por la sal de mis propias lágrimas;
mis propios miedos intentaron volverme loco durante años
pero ahora soy verde y radiante como la más pura de las esperanzas,
como un fantasma hecho de residuos nucleares;
medro de una manera temblorosa, maldiciendo a todos los ídolos que hube de amar ciegamente.
Me río del miedo psicoanalítico a la castración,
pero histéricamente aterrado de las comparaciones automáticas,
liberado de los pilares que sustentaban mi propia prisión,
peregrinando a solas en un baldío de esperanza.
Soy un entomólogo liberando a todos los insectos que había atrapado
en pro del conocimiento, en un cuarto lleno de frascos vacíos
que un día estuvieron rebosantes de certezas,
soy un ramo de hipótesis refutadas,
un ladrón que encontró cien métodos que no funcionaban,
pero yo no me aprovecharé de aquellos que me apoyan.
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